El agua en su estado natural, aquella que se bebía antes de la industrialización era muy diferente, era una agua limpia, nutritiva, alcalina y libre de impurezas. El agua al llegar al suelo era filtrada y purificada por la tierra o corteza terrestre, en ese camino absorbe minerales naturales y recibe el magnetismo natural de la tierra y los rayos del sol. Esta calidad de agua es la que, las células de nuestro cuerpo las reconocen como saludable. Así es el agua de los manantiales y de los ríos que no están contaminados, lugares que todavía no ha tocado el hombre.
Lamentablemente hoy en día, ya no podemos disfrutar de la calidad agua de aquellos tiempos, pues las industrias han contaminado la hidrografía del planeta, por lo que ahora es necesario, que sean tratadas y pasar por un proceso de purificación.
Este proceso de purificación es muy agresivo, pues el agua es sometida a diversos procesos físico químicos y al salir de la planta, y trasladarse por los tubos obsoletos, poco cuidados y sin mantenimiento, incorporan sustancias no aptas para la salud de la población.
El resultado es un agua que se le ha incorporado una diversa cantidad de químicos, cloro, metales pesados, sarro y microorganismos como parásitos y bacterias. El agua definitivamente ya no es natural, es un agua muerta, cargada con materiales que no deben ingresar a nuestro cuerpo, un agua que no nutre las células de nuestro cuerpo como antes de la industrialización lo hacía.
Uno puede darse cuenta como el olor del agua a cloro, es impresionante, o como después de hervir agua en la tetera, con el tiempo se va acumulando en la base una placa de color blanco. En ese caso podemos verlo y desecharlo. Pero lo que no podemos desechar es cuando usamos esa misma agua del grifo, para preparar nuestra sopa, el arroz, menestras, fideos, etc., pues ya no veremos esa placa de color blanco, pues estas ya se absorbieron en los alimentos que preparamos sin darnos cuenta e ingresaran a nuestro cuerpo, afectando y acumulándose en diversos órganos, produciendo muy posiblemente, enfermedades a largo plazo.
Por esta razón, urge la necesidad de contar con un equipo de salud que solucione el problema de la contaminación del agua, un purificador de agua para nuestro hogar, que aporte a nuestro cuerpo agua de calidad, pura, alcalina, nutritiva y energizada, tal como nos lo brinda la naturaleza.
Es importante que tome conciencia de los beneficios de salud de contar con un purificador de agua en el hogar y la oficina.