El Perú es uno de los países más contaminados de Latinoamérica, situándose por debajo de México y El Salvador, según el informe elaborado por IQAir, una empresa suiza especializada en evaluar la calidad del aire y protección contra los contaminantes del aire.
Según otra investigación realizada por científicos de la Universidad George Washington, y difundida por la revista Lancet Planetary Health, Lima es la ciudad con el mayor número de casos de asma en los niños, superando a ciudades como Shanghái, Los Ángeles y Toronto.
Miles de habitantes de la ciudad de Lima y de otras ciudades del mundo padecen innumerables enfermedades y trastornos, por una sola causa: los contaminantes en el ambiente que entran a la sangre por los pulmones y la piel, sin que nos demos cuenta.
La mayor parte de esta contaminación, más del 60%, se debe a las emisiones de los automóviles y las emisiones de residuos tóxicos de las industrias, restaurantes, etc.
El monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno y otros contaminantes emitidos a la atmósfera son los causantes de problemas respiratorios, afecciones al corazón, trastornos al cerebro y la reducción de la esperanza de vida en 4.7 años según el informe del Instituto de Políticas Energéticas de la Universidad de Chicago (EPIC).
La contaminación del aire en Lima no solo afecta a la salud respiratoria, sino que también tiene un impacto significativo en la salud pública en general. Las partículas finas (PM2.5 y PM10) y los contaminantes gaseosos, como el dióxido de azufre (SO2), pueden penetrar profundamente en los pulmones y el sistema cardiovascular, causando enfermedades crónicas y agudas. Además de los problemas respiratorios y cardiovasculares, la exposición a largo plazo a la contaminación del aire puede llevar a complicaciones neurológicas, cáncer de pulmón y reducir la función cognitiva. Los niños, los ancianos y las personas con condiciones de salud preexistentes son los más vulnerables a estos efectos adversos.
En Lima, la alta prevalencia de enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis crónica está directamente relacionada con la mala calidad del aire.
Además, la contaminación del aire no solo tiene efectos inmediatos, sino que también provoca consecuencias a largo plazo. Las personas expuestas a altos niveles de contaminación del aire pueden experimentar un deterioro gradual en su salud general, lo que incluye un aumento en la incidencia de enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes.
La investigación ha demostrado que la exposición a largo plazo a la contaminación del aire puede acelerar el envejecimiento pulmonar y reducir significativamente la capacidad pulmonar.
Otro aspecto preocupante es el impacto en la salud mental. Estudios recientes sugieren una conexión entre la exposición a la contaminación del aire y problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión. Esto puede deberse a la inflamación sistémica provocada por las partículas contaminantes que afectan el cerebro.
La calidad del aire, por lo tanto, no solo influye en la salud física, sino también en el bienestar mental y emocional de las personas.
Las principales fuentes de contaminación del aire en Lima son las emisiones vehiculares, las actividades industriales y restaurantes como las pollerías.
La flota vehicular de la ciudad ha crecido significativamente en las últimas décadas, con un aumento en el número de automóviles, autobuses y motocicletas que emiten grandes cantidades de monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas (PM).
Además, muchas de estas unidades vehiculares son antiguas y no cumplen con las normativas modernas de emisiones, lo que agrava el problema.
La innovación en purificadores de aire también es crucial. Los purificadores de aire modernos utilizan filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air) y tecnologías que solo usan agua, para eliminar eficazmente partículas finas, alérgenos y otros contaminantes del aire interior.
Contar con estos dispositivos en hogares, oficinas y espacios públicos puede reducir la exposición a contaminantes y mejorar la salud y el bienestar de las personas.
En resumen, la contaminación del aire en Lima es un problema grave que requiere una acción coordinada y multifacética. Desde la promoción del transporte sostenible y la regulación de las emisiones industriales hasta la adopción de tecnologías avanzadas y la sensibilización pública, es necesario un enfoque “Preventivo” e “Integral” para mejorar la calidad del aire y proteger la salud de los ciudadanos.
Esta es una de las razones por la que debemos contar con un equipo de salud que solucione y haga frente a este problema, un purificador de aire de calidad, para nuestro hogar y el lugar donde trabajamos, de tal manera que esta contaminación ambiental no perjudique la salud, y todo lo contrario, nos permita respirar un aire puro, tal como nos lo brinda la naturaleza.
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